Muchos de nosotros nos hemos preguntado
cómo podemos inculcar el amor por la lectura a nuestros alumnos, cómo podemos
conseguir que se diviertan leyendo o que utilicen el libro como pasatiempo.
La respuesta no es fácil, como
docentes podemos guiar a nuestros alumnos para que lean, pero debemos contar
necesariamente con la ayuda de los padres. Involucrar a las familias es
primordial para inculcar la lectura a los niños y su papel debería empezar
antes de la entrada de los niños en la escuela.
A partir de los 8 meses de edad,
los niños empiezan a imitar todo aquello que observan a su alrededor, es en
este momento cuando debemos introducir los primeros libros plastificados y
acolchados: perfectos para utilizar como juego en las horas de baño. Los niños
deben relacionar el juego y la diversión con la lectura, poner dos o tres
libros en su caja de juguetes benefician esta visión lúdica.
Los libros ilustrados de imágenes
ayudan a los niños que no saben leer a desarrollar la imaginación y a
relacionar los dibujos reconociendo en ellos los elementos que le rodean. Es
importante el papel de los padres o familiares preguntando el sonido de los
animales que aparecen, pidiendo que señale elementos, colores y/o personajes de
las imágenes.
Las familias y los profesores
debemos ser conscientes que educar con el ejemplo es la mejor manera de
transmitir valores y hábitos. Si el niño nos ve leer habitualmente, ve que
tienes un libro y que disfrutas con él, motivará su interés por la lectura.
Ahora, ¡dedícale tiempo a la
lectura!!
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