«Los niños arriesgan, improvisan, no tienen miedo a equivocarse; y no es que equivocarse sea igual a creatividad, pero sí está claro que no puedes innovar si no estás dispuesto a equivocarte, y los adultos penalizamos el error, lo estigmatizamos en la escuela y en la educación, y así es como los niños se alejan de sus capacidades creativas».
En la actualidad, la sociedad reclama profesionales creativos, emprendedores e innovadores, pero nuestro sistema educativo no desarrolla estas capacidades. Cada vez dedicamos menos horas lectivas al desarrollo de las expresiones plásticas y/o musicales, encorsetando a nuestros alumnos en lenguas, matemáticas y ciencias.
Debemos dejar a nuestros alumnos la posibilidad de imaginar, de inventar, de idear. Debemos proporcionar el espacio, el tiempo y las herramientas para crear sin cuestionar sus ideas. Si un niño te enseña un dibujo que no corresponde con tu realidad, no tienes que cuestionarlo, valora su creatividad y su pensamiento divergente.
No todos nuestros alumnos llegaran a ser brillantes universitarios, ese no debería ser nuestro objetivo. En todas y cada una de las profesiones podemos aplicar la creatividad y la innovación para mejorar. Simplemente tenemos que dejar fluir las capacidades creativas de nuestros niños.
Os dejo el enlace de la conferencia TED de Sir Ken Robinson:
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