La respiración

Hace unas semanas os hablamos de la importancia de incluir la meditación y la relajación en nuestras clases en la entrada jugamos a relajarnos.

Hoy vamos a tratar una de las cinco técnicas más importantes para introducir a nuestros alumnos o hijos en este mundo del yoga o meditación. Hablamos de la respiración.

La respiración es una función que realizamos de manera automatizada, pasando desapercibida por todos nosotros. Pero si tomamos consciencia de ella, y nos percatamos de como es nuestra respiración en diferentes momentos, como entra y como sale el aire lentamente, nos permite conectar con nosotros mismos, nos ayuda a concentrarnos e incluso a relajarnos.

Antes de llevar a cabo esta actividad debemos explicarles los beneficios que les va a aportar y cómo lo vamos a realizar y sobretodo insistir en que no fuercen la respiración, que respiren de manera natural.

La postura es otro aspecto esencial para que la actividad funcione: 

En el aula: sentados en la silla con la espalda bien recta, pies apoyados en el suelo y manos sobre los muslos. 

En casa: si podemos, estirados sobre una manta o esterilla, con la cabeza bien colocada para que no sufran las cervicales (eso significa intentar que la barbilla se incline hacia abajo), brazos a ambos lados del cuerpo con las palmas de las manos hacia arriba y piernas relajadas y un poco separadas.

Una vez nos hemos colocado correctamente les pedimos que cierren los ojos y que expulsen todo el aire que tengan. Es importante que les recordéis que únicamente respiraremos mediante la nariz, nunca por la boca. Para iniciar la respiración, sería bueno que utilicéis tempos de 3 segundos y sigáis este esquema:

3 segundos para respirar lentamente

3 segundos para retener la respiración

3 segundos para expirar lentamente

3 segundos para retener la respiración en vacío

A medida que nuestros alumnos tengan mayor dominio de la respiración y adquieran más capacidad respiratoria podemos incrementar los segundos.

Todo este proceso debe ser guiado por nosotros durante unos cinco minutos, con una voz suave, relajada y musical. Si queremos podemos incorporar sonidos de la naturaleza o música relajante.

Espero que inculquéis estos pasos tan sencillos en vuestras aulas para fomentar la relajación, puede ser un instrumento muy útil para momentos de tensión como las clases tras el recreo o la clase de educación física, en las que llegan muy inquietos.